EL
VIEJO SUÉTER AZUL DE PAPÁ
Anne
Carson
Hoy
cuelga del respaldo de la silla de la cocina
donde
siempre me siento, cuelga
del
mismo respaldo de la misma silla donde él solía sentarse.
Me
lo pongo al entrar,
como
él solía, sacudiendo
la
nieve de sus botas.
Me
lo pongo y me siento en la oscuridad.
él
no haría esto.
Lajas
de frío caen desde el hueso de la luna.
Sus
leyes eran un secreto.
Pero
recuerdo el momento en que supe
que
perdía el juicio dentro de sus leyes.
Estaba
de pie en la curva de la entrada cuando lo vi.
Llevaba
puesto el suéter azul con los botones abrochados hasta el cuello.
No
sólo porque era una calurosa tarde de julio
sino
la mirada en su rostro…
como
un niño a quien la tía vistió temprano por la mañana
antes
de un largo viaje
en
trenes fríos y venteados andenes
sentado
muy rígido en la orilla de su asiento
mientras
las sombras, como largos dedos,
sobre
almiares dejados atrás,
aún
lo estremecen
porque
él viaja mirando hacia atrás.
Este
poema forma parte del libro «La escuela de Wallace Stevens: Una antología de la
poesía estadounidense contemporánea», con textos introductorios de Harold
Bloom, y la selección y traducción de los poemas por Jeannette L. Clariond.
Bonito poema para dedicarle a aquel que nos regaló la existencia y nos la sigue regalando con su recuerdo.
ResponderEliminarLa literatura nos sirve para recrear los recuerdos .Dally María Paz Vivas
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