sábado, 8 de agosto de 2020

ULISES A TELÉMACO, Joseph Brodsky

 

ULISES A TELÉMACO

Joseph Brodsky

 

Querido Telémaco:

La guerra de Troya

ha terminado. No recuerdo quién fue el vencedor.

Seguro que los griegos: son los únicos

que dejarían tantos muertos en tan lejanas tierras…

Pero el camino de regreso a casa

ha resultado demasiado largo,

como si Poseidón, mientras nosotros perdíamos el tiempo,

se hubiera dedicado a ensanchar el espacio.

No sé ni dónde estoy ni qué tengo delante.

Diríase una isla llena de mugre:

matojos, edificios y cerdos gruñidores;

un jardín descuidado, una reina,

praderas y peñascos… Mi querido Telémaco:

todas las islas se parecen

después de tanta errancía, y el cerebro

ya confunde la cuenta de las olas,

y lloran los ojos ante el exceso de horizonte,

y obstruye los oídos la carne de las aguas.

No recuerdo ahora mismo el desenlace de la guerra,

ni cuántos años tienes, mi querido Telémaco.

Has de crecer en edad y en vigor.

Sólo los dioses saben si algún día

volveremos a vernos. Ya no eres aquel niño

que me vio contener los bueyes en su empuje.

La argucia de Palamedes impidió que viviéramos juntos,

pero tal vez sea mejor así: en mi ausencia

libre quedas, Telémaco, de pasiones edípicas

y sueñas sueños impecables.


Pintura: «El Reencuentro de Odiseo y Telémaco» de Henri-Lucien Doucet (1856-1895). Pintura que recoge el reencuentro entre Odiseo y su hijo Telémaco narrado en el CantoXVI de la Odisea. También observamos en dicho cuadro el papel de diosa protectora de Atenea con respecto a estos personajes mitológicos.


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