AVISPAS Y HORMIGAS
Ignacio Aldecoa
(Tu cabeza, Apollophanes, ha llegado a ser un cedazo, o las páginas de un libro carcomido, exactamente igual que un hormiguero, o como las notas musicales lidias o frigias. Pero sigue boxeando sin miedo, porque aunque te hagan papilla la cabeza tendrás las mismas marcas que tienes; no puedes tener más).
(LUCILIUS)
—Tienes que seguir.
—No puedo.
—Tienes que seguir.
—No puedo.
—Tienes que seguir.
—No puedo.
Un enjambre de
avispas alrededor de la cabeza. Un turbante de pequeñas llamas. Un incendio en
los oídos, crepitando, devorando la voz humana. Chispas en los ojos, dentro de
los ojos, cauterizando el iris, royendo el nervio óptico. Y ahora una lengua
bífida hasta el oscuro pensamiento, iluminándolo y quemándolo. Fuego en el
vientre y en el corazón. Otra vez avispas; en los pulmones, en las celdillas de
los pulmones y dentro de los guantes y en los huesos destrozados de las manos.
—No puedo más.
—Sigue.
—No puedo más.
—Sigue.
—No puedo más.
—Sigue.
La cabeza se
desprenderá con el enjambre y volará hasta las estrellas, hasta la dispersión
de las estrellas. Hay que meter la cabeza en el agua para que desaparezcan las
avispas. Entonces quedarán dos o tres agonizantes sobre los párpados, las más
dolorosas sí, pero las últimas. Porque el ruido, este ruido, porque el ruido…
—Sigue y no seas
cobarde.
—No.
—Sigue y no seas
cobarde.
—No.
—Sigue y no seas
cobarde.
—No.
Quiero cantar;
marcharme por algún camino sin gente, cantando. Quiero oírme, llegar a un arroyo,
tumbarme a la sombra de un árbol y cantar y oír. Quiero encontrar un hormiguero
y deshacerlo, pisar las hormigas y orinarlas. Quiero volverme niño y dejar todo
esto, porque no puedo más, porque ya te he dicho que no puedo más, porque tengo
un enjambre en la cabeza y dentro de la cabeza, porque estoy en un incendio.
Porque no puedo, porque no puedo más. ¿Lo entiendes?
—Tienes que seguir si
quieres continuar comiendo de esto.
Ignacio
Aldecoa, (En Neutral Corner, Barcelona, Lumen, 1962)
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